sábado, 21 de enero de 2012
Los descendientes (The descendants)
No os dejéis engañar,esta no es una gran película ni nada que se le parezca. Ni tan siquiera la hubiera visto de no haber ganado los globos de oro al mejor actor y a la mejor película,ambas cosas, ganadas injustificadamente, desde luego,si esto es lo que va a ganar en los Oscars, los académicos habrán perdido el juicio,probablemente a que ya estarán chocheando,pero no existe mayor despropósito después de que Crash ganara el oscar a la mejor película el año que lo debió ganar Brokeback mountain.
Los descendientes es una película mediocre, no tengo ni idea de que es lo que ha visto Alexander Payne para producir y dirigir esto,es una historia de buenas intenciones, que aburre soberanamente. Al verla,me ha dado una sensación de falsa grandeza,como si la historia fuese más de lo que es, que claramente al terminar se diluye más fácilmente que un sobre de natillas en un vaso de leche. Aspiraciones enormes para semejante telefilme a la altura de Una mente maravillosa(otro desastre ganador del oscar a la mejor película). Carece de sentido del humor al que nos tiene acostumbrado Payne, como en la divertida Election o en Entre copas, no hay nada a destacar en semejante bodrio barato.
George Clooney como siempre,con su cara habitual de que hago yo aqui,esto no va conmigo y que al final nos suelta una lagrimita,bufff, sin comentarios. Absurdo totalmente,y no es que me caiga mal.que es un tipo que no hace mal cine,pero ganar el globo de oro al mejor actor es demasiado para esta peli. Lo mejor sin lugar a dudas, la interpretación de Shailene Woodley (vaya nombrecito), que lo hace estupendamente, como la hija mayor de Clooney.
No quiero decir nada más,porque todo lo que diría seria para mal,pero decepcionante resume mi impresión general, quizás esperaba una peli parecida a la estupenda Win Win, llena de elementos divertidos en un entorno hostil,pero no es el caso.
Lo mejor: algunos momentos de humor,aunque pocos.
lo peor: que nos vendan una película como la mejor del año,cuando ni si quiera debería haberse estrenado en cines y que Alexander Payne, ese director con aire de independiente y satírico, realice un trabajo tan burdo y que encima le premien por ello.
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